lunes, 12 de mayo de 2014

La Chikungunya


 


La Artritis Epidémica Chikungunya o Fiebre de Chikungunya (abrev. CHIK), es una forma relativamente rara de fiebre viral, causada por un Alfavirus, que tiene por vector de transmisión las picaduras del mosquito Aedes aegypti. Investigaciones recientes efectuadas por el Instituto Pasteur de París apuntan a que el virus ha sufrido una mutación que lo ha hecho susceptible a ser trasmitido por el Aedes albopictus (Mosquito Tigre Asiático). Este fue la causa de la plaga en el Océano Índico y una amenaza en la costa mediterránea, tras un brote epidémico en Rávena (Italia), en septiembre de 2007, lo que ha motivado actuaciones urgentes de las autoridades sanitarias de la región.


Fiebre de chikungunya
El Mosquito Aedes Aegypti, Transmisor De La Enfermedad.

 


Etimología:

El nombre es de origen makonde y significa enfermedad del hombre encorvado o retorcido debido al fuerte dolor articular que provoca la artritis que caracteriza a la enfermedad. Fue descrito por primera vez por uno de los colaboradores del equipo del epidemiólogo Marion Robinson en 1955,2 El virus del Chikungunya se relaciona estrechamente con el virus O'nyong'nyong.

Confusión Lingüística:

De acuerdo con la publicación inicial de Lumsden 1955 acerca de la epidemiología de la enfermedad, el término Chicungununya deriva de la raíz verbal kungunyala del Makonde, una lengua bantú del sur de Tanzania y norte de Mozambique. Quiere decir secarse o retorcerse. Autores posteriores a Robinson, pasando por alto las referencias al Makonde asumieron su procedencia del swahili, lengua franca de la zona (oficial en Tanzania). Este error de atribución se fue repitiendo a los largo de los sucesivas reimpresiones documentales. Muchos otros errores de ortografía y de formas del término, se han empleado comúnmente, tales como "Fiebre del Pollo de Guinea", "Pollo de gunaya", y "Chickengunya".

Enfermedad:

Sintomatología:

Los primeros síntomas se parecen a una crisis de paludismo o de dengue aunque la fiebre de chikungunya no tiene nada que ver con estas enfermedades. La enfermedad empieza con una fuerte fiebre, a veces superior a los 40 °C, que dura 3 días. A esta fiebre le sigue un eritema y, durante 5 días, agujetas muy dolorosas en las articulaciones. Estos dolores articulares pueden permanecer o reaparecer hasta varios meses después de la primera crisis.

Vectores de Transmisión:

Los mosquitos obtienen el virus ingiriendo sangre de un humano infectado. No se sabe si el mosquito es inmediatamente contagioso o si existe una fase de evolución en su cuerpo, por ejemplo para transmitir el agente infeccioso del tubo digestivo del insecto a sus glándulas salivares (véase malaria). El virus se encuentra tanto en especies animales salvajes; como cierta clase de simios, como en los animales domésticos.

Diagnóstico:

Debe sospecharse por el cuadro clínico antes mostrado, y el contexto epidemiológico de cada paciente que presente la sintomatología anteriormente descrita así como otros factores desencadenantes del virus, como contacto con infectados, viajes a zonas que hayan declarado la epidemia, viajes a zonas endémicas, el contacto directo con contagiados, hemotransfusiones, entre otros. El diagnóstico certero se debe hacer por hemoaglutinación indirecta o mediante el diagnóstico mediante una prueba ELISA.

Evolución:

La enfermedad se autolimita en la mayoría de los casos, presentando una mortalidad del 0,4% en menores de un año. También aumenta en personas mayores con patologías concomitantes. La incubación de la enfermedad en el humano dura de 4 a 7 días. La transmisión directa entre humanos no está demostrada. La transmisión de la madre al feto en el interior del útero, podría sin embargo existir. La fiebre de chikunguya podría provocar lesiones neurológicas graves y hasta letales en el feto.

Tratamiento:

No existe tratamiento curativo. Se aplica exclusivamente un tratamiento sintomático a base de acetaminofén.

Prevención:

La principal medida de prevención es la eliminación de los criaderos de los mosquitos vectores: Aedes aegypti y Aedes albopictus, de esta manera se previenen además las otras enfermedades transmitidas por estas especies, es decir, la reducción de todos los depósitos de aguas, tanto naturales como artificiales, para esto el papel más importante lo tienen las comunidades.
En casos de brotes, incrementar las acciones preventivas evitando la picadura de los mosquitos transmisores, implementando medidas de controles ambientales PEMDS. Los repelentes son de utilidad, respetando las instrucciones de uso, sobre todo los que contengan NNDB, DEET o permetrina. Se recomienda que en las zonas con climas templados y/o cálidos se vistan prendas que cubran la mayor parte de las superficies expuestas a picaduras, e instalar los toldillos y otra clase de protectores que tengan cómo prevenir el acceso de los mosquitos desde ventanas y puertas, ademas, el uso de mosquiteros tratados o no con insecticidas. En estos casos se recomienda continuar con las medidas para eliminar zonas con acumulaciones de agua permanentes, que permitan la reproducción de los mosquitos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 







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